Tras los primeros 18 meses de vida de un teléfono de gama alta, este parece trabarse con mayor regularidad, mientras que su batería deja de durar tanto por carga.
Empero, los expertos en tecnología dicen que esto no debería pasar ya que los smartphones más potentes del mercado tienen las capacidades técnicas suficientes como para funcionar perfectamente por varios años.
Con escándalos como el que surgió a finales de 2017, en el que se acusó a Apple de bajar el rendimiento de las baterías de los iPhones, en un intento por fomentar el llamado fenómeno de la “obsolescencia programada“, usuarios de tecnología móvil comenzaron a preguntarse si hay una conspiración detrás de esa ralentización típica que los teléfonos inteligentes sufren tras año y medio de uso ininterrumpido.
FORZAR A COMPRAR TELÉFONOS NUEVOS
Existe gente que está convencida de que todas las marcas que fabrican smartphones, los diseñan de tal manera que funcionen bien durante un tiempo muy limitado para forzar al consumidor a deshacerse de ellos y comprar un teléfono más nuevo.
A esto se le llama obsolescencia programada y, como su nombre lo indica, es una filosofía comercial que deja al consumidor con teléfonos diseñados para durar poco.
Si bien hay grupos que enseñan a los usuarios a reparar sus propios smartphones para evitar que los desechen tan pronto, algunas compañías han comenzado a hacer que sus dispositivos inteligentes sean útiles por más tiempo y que, al menos, pasen la marca de los 18 meses de uso.
Foto: Mashable